La Renga mueve multitudes adonde sea que actúe desde su nacimiento en 1988. Su show de esta noche, desde las 21 en el Club Central Córdoba (avenida Alem y Bolívar), ha convocado a fans de toda la provincia y el país. Es que no hay distancia suficiente que impida disfrutar de los temas de Gustavo Chizzo Napoli, Gabriel Teté Iglesias, Jorge Tanque Iglesias y Manu Varela, en su regreso a Tucumán luego de nueve años de ausencia.

Dos ejemplos de esa fidelidad son Héctor, quien llegó desde Caraza (Buenos Aires) y Marcelo, de Comodoro Rivadavia (a casi 2.400 kilómetros de Tucumán), quienes ayer estuvieron al aire en LG Play para contar su travesía. “Vinimos en familia, bien gasoleros, en tren y con 32 horas de viaje, pero lindo, una experiencia nueva para nosotros pese a que con mi señora seguimos a La Renga hace 30 años, la banda es parte de nuestra vida. Hemos ido a Chile, Uruguay y a Ushuaia para escucharlos tocar”, señala el bonaerense.

Héctor reconoce que “el que no está en esto, no lo entiende y no lo va a entender nunca; antes era picante ir a ver a La Renga, pero ahora ya no, es para todos, jóvenes y familia. Mi hijo va de la panza y ahora tiene 10 años”. Por todos lados lleva su paraguas negro con el nombre de la banda (ya gastado) en letras blancas a modo de bandera. “El amor pasa de generación a generación, no va a morir”, dice en su paso por la plaza Independencia. “Este show es lo mejor que le puede pasar a la provincia, va a temblar Tucumán”, augura.

En Chubut

La experiencia de Marcelo comenzó cuando el grupo visitaba Chubut: “también lo sigo de chico, y cuando empecé a trabajar lo pude seguir adonde podía y así fui conociendo la Argentina y a su gente, porque La Renga es la la familia más grande que hay en el país”. Para comenzar a escucharlos, aconseja arrancar por “los temas más viejos, los primeros que son los que más me gustan, pero cada uno tiene su significado profundo”.

El clima en Tucumán durante el fin de semana: ¿Aliado o rival para el recital de La Renga?

En otro punto de la plaza estaba Mariana, quien vende merchadising de la banda y llegó desde Trelew. “Son 2.000 kilómetros, pero vine haciendo escalas. La Renga invita al viaje, a la familia, a conocer el país, a solventar gastos y a escuchar música, en una experiencia relinda”, explica. Enytre los objetos que ofrece hay vasos plásticos con la fecha del recital de esta noche y una frase de una canción de su último disco, junto a un calco de Tucumán, una púa y stickers. “Detonador de sueños”, “Despedazado por mil partes”, “Pesados vestigios” y lo más reciente, “Alejado de la red”, son sus recomendaciones, con la aclaración de que “tiene mucha música que une varias generaciones”. “Hay Renga para rato”, asegura e invita “al banquete” del hard rock de esta noche.